martes, 8 de julio de 2014

Ven. Ancestra en Tiempo de Buda

Sukka

Sukka  fue una muchacha que vivió  en la  India en tiempos de  Buda Sakyamuni.  Para poder comprender mejor su historia es necesario  mencionar que los hijos e hijas pertenecientes a las familias de las castas superiores de la India antigua gozaban de una infancia feliz y despreocupada, no obstantes su vida estaba moldeado por las elecciones que sus padres hacían sobre su futuro.
 Los niños y niñas eran casados a temprana edad, antes que los deseos de la juventud comenzasen  a despertar, así entre los 12 y 16 años, los jóvenes contraían matrimonio el cual había sido arreglado por sus padres cuando ellos tenían unos pocos años de vida. Las muchachas debían prepararse para casarse con el hombre elegido para ellas. La preparación consistía en aprender literatura, música, tejido, cestería, jardinería, administración de sirvientes, cocina, pintura y otras formas de complacer a los esposos.- No obstante una sola vocación podía desviar este destino y era la vida religiosa.-

Sukka, que significa “Brillante – Lustrosa”,  como hija de una familia rica de la zona de Rajagaha estaba lista para asumir las responsabilidades del matrimonio cuando su destino le ofreció otra opción.- Un día acompañó a un grupo de mujeres que vivían en su casa a una reunión de laicos para escuchar las enseñanzas del Maestro Siddharta.- Sin entenderlo, ni imaginarlo, ella fue convertida por medio de sus palabras y sintió una irresistible vocación que llenó su corazón. Fue como si ella dejase su hogar y su destino pautado para siempre en ese mismo momento. Cuando sus padres vieron la intensidad y sinceridad de sus deseos, sus planes para el casamiento quedaron fuera de juego. Fue autorizada a quedarse en su hogar, aún luego que sus hermanos y hermanas se marcharon con la  familia que habían formado. En cuanto a ella, aunque estaba libre del matrimonio, no  se le permitió entrar a la orden budista, ni tomar un maestro como guía, simplemente se convirtió en una fiel practicante laica.-

Pero se hallaba sola. No tenía a nadie que la guiase en sus estudios, nada más que su propia mente y corazón. Hablaba con todos los que habían estado con el maestro, preguntando sobre las enseñanzas y nuevas noticias relacionadas con el maestro Siddharta y absorbía cada palabra como la tierra seca la lluvia.- Ella era su propia maestra, testigo, crítica y apoyo. La soledad la abrumaba en todo momento sin embargo no declinó su vocación, se hizo fuerte.-
Cuando  alcanzó los 20 años de edad, los padres pudieron ver que ella nunca cambiaría y fue entonces cuando le permitieron dejar su hogar. Se unió a la comunidad de mujeres budistas  lideradas por Dhammadinna, famosa por su elocuencia,  quien se convirtió en su verdadera maestra.

Con frecuencia daba charlas  a grupos de seguidores a la vera del  camino próximo a su hogar. En una ocasión se detuvo cerca de un hermoso árbol de Nara Rosado, que tenía unas raíces de base de 5 metros  de altura y comenzó a predicar su propia comprensión de las palabras del maestro. Ella habló con tal poder que convenció al mismo árbol. El pequeño grupo que se había reunido a su alrededor, suspiró de asombro cuando vio parado a su  lado al “Espíritu del Árbol” (yakkha), alto, delgado y firme. Él la miro y luego marchó dando zancadas  a lo largo de las calles del pueblo alabando su nombre y finalmente retornó a su parcela donde ella lo esperaba.-

“¿Qué le ha sucedido a toda esta gente de Rajagaha?” gritó el árbol. “Ellos no te escuchaban. Ellos deben estar ebrios para no escuchar la predica de Sukka sobre la enseñanza del Buddha”.
“Pero el sabio bebe sus palabras como los viajeros beben agua de lluvia y nunca se cansan de su dulzura”. “Sukka”, él le susurró, agachándose hacia ella un momento mientras regresaba a las raíces, “Tú eres luz debido a tu mente brillante. Concentrada, libre de deseos, tú has conquistado a Mara y sus fuerzas. Vive la vida con todo este cuerpo completamente. Pienso que será tu última vida”.-

Se dice que varios “Espíritus del Árbol” han admirado a Sukka. En el Samyutta Nikaya otro “Espíritu del Árbol” rinde homenaje a ella de este modo: “Una sabia discípula laica alcanzó un gran mérito. Él le otorgó un manto a Sukka quien está libre de toda atadura”
Con el paso de los años, Sukka se convirtió también en una famosa maestra, se dice que sus palabras eran tan dulces para los oyentes como si fuese agua-miel. Se convirtió en guía  de ciento de discípulas. Nunca olvidó qué era estudiar y practicar solo o  estar sin un maestro o guía, tal vez esa fue una de las razones de su calidez para con sus discípulos, se dice que fue como madre para ellos y que tuvo una vida larga y tranquila.

Bibiliografía

"First buddhist Women” Poems and Stories of Awakening 
Susan Murcott
Ed. Parallax Press (Berkeley, California)


"Women of the Way: Discovering 2, 500 Years of Buddhist Wisdom"
Sallie Tisdale

Adriana Etsuho